Los astrónomos buscaban nuevos planetas habitables teniendo en cuenta su tamaño y temperatura. Lo fundamental era que se diesen condiciones como para que hubiera agua en estado líquido.
Pero, según el científico Rory Barnes de la Universidad de Washington, en Seattle, el problema no es tan sencillo. En el próximo número de The Astrophysical Journal Letters, él y su equipo indican que habrá que introducir los volcanes en la ecuación.
El exceso de actividad volcánica, tanto como su defecto, pueden impedir que existan las condiciones para la vida. En los inicios de la Tierra, las erupciones volcánicas expulsaron a la atmósfera CO2 y vapor de agua que se encontraban en el subsuelo profundo, y que fue fundamental para que pudiera haber, por ejemplo, fotosíntesis.
Marte, por ejemplo, excesivamente inactivo, no puede soportar vida por falta de esos elementos en la atmósfera (aunque tuviera agua). Io, la luna de Júpiter, tampoco podría, por el motivo contrario: La atracción gravitatoria o fuerza de marea de su gigante planeta y de los vecinos satélites, hace con que sus volcanes se encuentren prácticamente en constante erupción, de forma que aproximadamente cada millón de años la superficie completa del satélite se encuentra cubierta de lava fresca. Evidentemente, la vida no puede llegar a desarrollarse en estas condiciones.
El equipo de investigadores ha aplicado esta teoría a un planeta extrasolar que estaban investigando: el GJ 581 d, descubierto en 2007, y que se encuentra a unos 20 años luz de la Tierra. Siguiendo la teoría tradicional, podría haber desarrollado vida: Es un planeta rocoso a distancia aceptable de su estrella como para poseer agua líquida. Pero estudiando su órbita han descubierto que está influenciada por fuerzas de marea, probablemente de planetas vecinos además de su estrella, pero estas fuerzas no deben ser lo suficientemente fuertes como para provocar la actividad volcánica necesaria para el surgimiento de la vida.
Así, hay ahora una variable más en la definición de habitable para cualquier exoplaneta. Y, según Barnes:
es interesante descubrir como, sin tener datos de su composición, empezamos a entender el interior de los exoplanetas.Ver más en Science
5 comentarios:
He estado viendo tu blog y me ha gustado. Te visitaré más a menudo.
Buen post! Y totalmente de acuerdo en introducir los volcanes y la tectónica en la ecuación.
Por cierto tu blog me gusta mucho más ahora, con el cambio. Un saludo! ;)
Sweety, muchas gracias. Por aqui te espero siempre que quieras aparecer.
Carlos, gracias por el comentario. Intentaré mejorar aún más la plantilla, veremos que me sale.
Efectivamente, yo también creo que las combinaciones que hay en juego para el surgimiento de vida no pasan únicamente por el agua... probablemente, la formación de los planetas tenga algo que ver.
Buena entrada.
Saludos.
Gracias, KC. Supongo que tenga que ver con movimientos sísmicos y expulsión de gases a la atmósfera, como dice el artículo. Y con la variabilidad y alteración de ecosistemas que supone los movimientos tectónicos, los volcanes, las mareas, los vientos... Todo esto debe crear ventajas y desventajas para diferentes adaptaciones, lo que tal vez sea necesario para "complicar la cosa" a partir del caldo inicial de biomoléculas.
Bueno, es mi opinión, nada más, claro ;)
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