

Pero un equipo de astrónomos de Tucson lo ha conseguido, y lo han publicado en la revista Nature: Dos agujeros negros, con masas millones de veces superiores a la de nuestro Sol (20 y 800 millones respectivamente), y que giran uno entorno al otro.

Todd Boroson y Todd Lauer, autores del descubrimiento e investigadores del Observatorio Astronómico Nacional Óptico (NOAO) de Estados Unidos, tuvieron que examinar 17.500 galaxias candidatas para encontrar una con un sistema binario de agujeros negros, aunque los modelos astronómicos vigentes actualmente indican que debe haber por lo menos un gran agujero negro en el centro de todas y cada una de las grandes galaxias.

La dificultad estriba en que, como no se ven, sólo se pueden detectar mediante alteraciones en la luz de estrellas cercanas, u observando otras anomalías gravitacionales nada fáciles de determinar. Por lo menos, hasta que seamos capaces de "ver" ondas gravitacionales, que sí emiten. Pero nuestra tecnología aún no lo permite.
1 comentarios:
Bellísimas imágenes... últimamente te dio por la astronomía? Es interesante... :)
Publicar un comentario