Presentación

Con este blog pretendo mostrar los últimos acontecimientos científicos, para que conozcamos lo que puede ser hecho por los científicos en este momento, y sus últimos descubrimientos, y al mismo tiempo ofrecer curiosidades, divertidas o simplemente extrañas, del ámbito de la ciencia. Y siempre, intentaré, con un lenguaje accesible a todos, sin grandes complicaciones. Espero que os guste. No olvideis que el cuerpo al blog se lo doy yo, pero la vida, el movimiento, sólo vuestros comentarios pueden dárselo. Cualquier cosa que queráis decirme, no lo dudéis, aquí estoy.

El fósil imposible: Pulpo del Cretácico, con tinta y ventosas


Keuppia levante, una de las nuevas especies descubiertas

Nuevos hallazgos con 95 millones de años, demuestran que el origen de los modernos pulpos es muy anterior a lo que se pensaba. Estos fósiles son muy poco frecuentes, una vez que las posibilidades de que el cuerpo del pulpo, una vez muerto éste, dure lo suficiente como para que fosilice son muy remotas, debido a las características naturales del cuerpo.

Los pulpos, animal bien conocido, no poseen esqueleto interno bien desarrollado, lo que les permite deslizarse por espacios que un vertebrado no podría. Pero esto mismo impide prácticamente la fosilización de su cuerpo, lo que dificulta mucho las investigaciones evolutivas sobre los mismos.

Su cuerpo está compuesto prácticamente en su totalidad por la piel y los músculos, por lo que cuando muere se degrada rápidamente, convirtiéndose en un amasijo gelatinoso del que en tan sólo unos días no quedará absolutamente nada, ya sin contar con los animales carroñeros. De hecho, ninguna de las entre 200 y 300 especies de pulpos que se conocen ha sido encontrada fosilizada. Hasta ahora.

Un grupo de paleontólogos ha identificado recientemente tres nuevas especies de pulpo fósiles, descubiertos en rocas del Cretácico en el Líbano. Las cinco muestras, que se describen en el último número de la revista Palaeontology, tienen 95 millones de años, pero, sorprendentemente, preservan sus ocho patas, con huellas de los músculos y las características filas de ventosas. Incluso en algunas muestras están presentes los rastros de la tinta y de las branquias internas.
Estos son fósiles sensacionales, extraordinariamente bien conservados, afirma Dirk Fuchs de la Universidad Freie de Berlín, autor principal del informe. Pero lo que más sorprendió a los científicos es lo parecidos que son estos fósiles a los ejemplares modernos: Estas cosas tienen 95 millones de años, y sin embargo uno de los fósiles es casi indistinguible de especies vivas.

Esto proporciona importante información evolutiva.
Los parientes más primitivos de los pulpos tenían aletas carnosas a lo largo de sus cuerpos. Los nuevos fósiles están tan bien conservados que se verifica que, al igual que los actuales pulpos, no tenían esas estructuras. Esto empuja los orígenes del pulpo moderno unas decenas de millones de años hacia atrás, y aunque esto es científicamente importante, quizás lo más notable acerca de estos fósiles es que, simplemente, existen.

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